Al disponer de datos sobre materiales y productos a medida que avanzan por la cadena de suministro, las empresas pueden coordinar mejor las operaciones, mejorar la eficiencia, prever y planificar mejor, y asegurarse de que los clientes reciben lo que han pedido a tiempo y en su totalidad.
¿Qué es la gestión de las relaciones con los clientes?
El software CRM se utiliza para mejorar las relaciones con los clientes. Es una herramienta importante para los equipos de ventas, marketing y atención al cliente. Un CRM gestiona y centraliza los datos de los clientes en cada etapa en tiempo real para ofrecer una visión holística de la base de clientes.
¿Qué ofrece un CRM?
Un CRM gestiona la interacción entre los clientes y una empresa. Abarca desde la captación de un contacto hasta la propuesta, el proceso de compra, la venta y el servicio posventa. Ayuda a los departamentos de ventas y marketing a crear buyer personas y segmentar a los clientes, generar perspectivas e incluso obtener datos de otras fuentes digitales, como las redes sociales. Para los equipos de servicio, permite al personal crear casos para gestionar problemas con los productos después de una venta y mejorar la experiencia de servicio al cliente.
Combinación de ERP, SCM y CRM
La combinación de un sistema ERP y SCM puede ayudar a los fabricantes de varias maneras, entre ellas:
mejor planificación y gestión de las existencias,
permitiendo a los responsables de compras tomar mejores decisiones sobre compras y selección de proveedores,
gestionar más eficazmente las complejas redes de la cadena de suministro.
Un sistema ERP se centra en la gestión empresarial para mejorar la eficiencia del sistema empresarial en áreas como la adquisición, el control de inventario, la entrega y la facturación. Al integrarse con un sistema SCM, una solución ERP tiene visibilidad de todos los procesos de entrada y producción.
En cierto modo, CRM es lo contrario de SCM. Un sistema ERP y CRM unifica los datos en torno a las interacciones con los clientes. Los datos de los clientes son valiosos y, al integrarlos con un ERP, pueden ponerse a disposición de otras partes de la organización.
En 2016, Gartner añadió un nuevo término -Postmodern ERP- en el que identificó dos categorías de estrategia ERP: administrativa y operativa.
La vertiente administrativa se centra en las finanzas, la gestión del capital humano y las compras indirectas: el antiguo ERP. El lado operativo es cómo los fabricantes y distribuidores ampliaron su ERP a áreas como la fabricación y la cadena de suministro, para maximizar la eficiencia operativa. En otras palabras, el nuevo ERP incluye el lado del cliente y del suministro.
La SCM se centra en la gestión de las relaciones con los proveedores. CRM se centra en la gestión de las relaciones con los clientes. ERP se centra en la gestión empresarial y de operaciones.
Al combinarlos, todos los datos de una organización se recopilan una vez durante la transacción inicial, se almacenan de forma centralizada y se actualizan en tiempo real. Esta combinación constituye una herramienta muy eficaz para la gestión integral de la empresa.
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