Se supone que el Citroën C1 es dinámico y único, haciendo que la conducción urbana sea más fácil y divertida para los amantes de las ciudades. Para conseguirlo, los franceses han ideado muchas pequeñas cosas y han intentado esforzarse. ¿Estás buscando y no sabes dónde comprar un coche de ocasión? En el concesionario de coches de segunda mano Crestanevada podrás encontrar el coche de segunda mano de tus sueños al mejor precio online.
La primera vez que se mira al pequeño, queda claro que se ha prestado mucha atención al diseño. El C1 puede equiparse con ocho modernos colores y también está disponible una versión bicolor. Cada cual debe poder individualizar y adaptar el coche a su aspecto: Citroën sigue así la tendencia actual de la industria automovilística. Lo que resulta especialmente agradable de su aplicación es que no se han olvidado de colores interiores como el coral. En combinación con el práctico techo plegable, se pueden crear grandes composiciones. Los detalles laterales en forma de rayas no son del gusto de todos, pero son lo bastante discretos como para no llamar la atención negativamente. Y la combinación de colores deseada continúa también en el interior, creando una imagen redonda. Uno se siente cómodo y no sobrecargado.
Con nuevos asientos y asistentes como el sistema de retención en carretera, el Hill Assist de serie y la cámara de marcha atrás, se supone que el coche corto también ofrece más confort, y lo hace, pero por desgracia no para todos. Las personas ligeramente más altas no disfrutarán conduciendo este coche debido a la falta de espacio para las piernas. Incluso una altura de 1,80 m puede desterrarte al asiento del copiloto. El C1 se convierte así en un coche claramente femenino, lo que es un poco una pena y puede limitar a las parejas.
Conducir este pequeño vehículo de cuatro ruedas es típicamente francés: es divertido y fácil. El pequeño podría dar un poco más de énfasis, pero incluso sin él, es divertido. Este candidato está propulsado por un motor de tres cilindros. Con este motor, el C1 de 840 kg consume unos 3,8 litros a los 100 km (VTi) y se sitúa así a la altura de su competidor, el Aygo de Toyota. Hablando de igualdad: como en el Aygo, aquí todo se controla a través del sistema táctil «mirror screen». Este sistema es algo desconocido y accidentado, pero Toyota tiene una ventaja sobre Citroën: el Aygo no requiere un smartphone para la navegación. Citroën, sin embargo, puede triunfar con algo más: el precio. El C1 parte de 8.890 euros, algo más barato (más de 1.000 euros).
Conclusión del breve trayecto: Citroën ha construido aquí un pequeño y divertido coche urbano que es ante todo moderno y quiere convencer a través de la personalización. Es muy adecuado para las reinas de las compras que hacen viajes cortos. Los hombres, sin embargo, son reacios a transportarla.