Preparar el futuro
Cuando miro hacia dónde podría conducir una innovación más plenamente habilitadora en un contexto de fabricantes y distribuidores, veo que conduce hacia fábricas oscuras, o fábricas totalmente automatizadas, y almacenes oscuros. El término se refiere a un almacén totalmente automatizado, en el que las mercancías pueden ser movidas, clasificadas, empaquetadas y manipuladas exclusivamente por robots, y las operaciones pueden continuar 24 horas al día, 7 días a la semana. En un almacén oscuro, sólo se necesita personal para gestionar las máquinas y el software necesarios.
Los almacenes oscuros no sólo ofrecen ahorros de costes, sino que también ofrecen algunos medioambientales y ayudan a reducir las lesiones que de otro modo sufrirían los trabajadores. Al igual que con las fábricas inteligentes, las fábricas oscuras permitirán a los fabricantes aprovechar un flujo continuo de datos relevantes y de calidad procedentes de la planta de producción que podrán utilizar en su beneficio, como ya se ha comentado. Además, las fábricas oscuras permitirán en gran medida a los fabricantes aumentar su eficiencia y, por tanto, hacer crecer el negocio.
ERP para impulsar la transformación digital
En el centro del uso de los datos de nuevas formas y la adopción de la transformación digital se encuentra la ERP, ya que permite a las organizaciones consolidar los datos, a menudo existentes en silos, y prepararlos para el análisis, de modo que puedan transformarse en información procesable. Los sistemas ERP contribuyen aún más a permitir la innovación cuando se utilizan en la fabricación, ya que también están evolucionando.
Durante las últimas décadas, los sistemas ERP han sido aplicaciones monolíticas, pero eso está cambiando. Ahora se basan más en plataformas, que son más personalizables y más capaces de integrar información de diversas fuentes. Esto permitirá a los fabricantes un mayor grado de agilidad en el manejo de los datos.
Creciente necesidad de innovar
Es imprescindible que fabricantes y distribuidores acepten que los datos, la transformación digital y la necesidad de innovación no van a hacer más que aumentar. Según las previsiones mundiales, en 2025 alcanzaremos los 18 zettabytes de datos. La transformación digital no es un empeño de «fijar y olvidar», es un viaje que incluye la innovación continua. El ritmo de cambio en el mundo es diez veces superior al de hace solo cinco años y aumenta exponencialmente.
Desde un punto de vista pragmático, los fabricantes y distribuidores deben hacerse a la idea de transformar continuamente sus operaciones para adaptarse a las exigencias del mundo.
De este modo, los fabricantes no sólo podrán responder a la necesidad, sino también aprovechar las oportunidades de convertirse en fábricas del futuro e innovar frente a la incertidumbre, para prosperar.
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