Como consecuencia de todo el caos y los trastornos causados por la pandemia y la crisis humanitaria en Ucrania, la cadena de suministro de fabricantes y distribuidores de todo el mundo va a estar sometida a una mayor presión, tanto por parte de la industria como de la competencia, para aumentar su producción nacional, incrementar el empleo y reducir su dependencia de fuentes que puedan suponer un riesgo para sus operaciones.
Los costes elevados y crecientes, junto con los largos plazos de recuperación, han llevado a muchas empresas a replantearse sus estrategias y huellas de servicio al cliente y cadena de suministro para hacerlas más resistentes a cualquier tipo de perturbación.
Los fabricantes y distribuidores tendrán que replantearse el uso de estrategias de fabricación ajustada que minimicen sus existencias optimizando la combinación de inventarios necesaria para proteger el servicio al cliente en sus cadenas de suministro globales. El reto para las empresas será hacer que toda su cadena de suministro sea más resistente sin debilitar su competitividad.
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