La transformación digital suele denominarse un viaje porque es un objetivo continuo a largo plazo, más que un logro a corto plazo que una organización pueda marcar. Implica varios pasos cortos que hay que dar, empezando por la automatización y pasando después a la digitalización y al uso de la IA y el aprendizaje automático.
Cuando analizamos la posibilidad de innovar adoptando la transformación digital, una tendencia clave -y el primer paso en el camino- que deben incorporar los fabricantes y distribuidores es la automatización. Quiero subrayar que la automatización no excluye el valor de los trabajadores, sino que aumenta sus puestos de trabajo e incrementa la innovación. La automatización puede utilizarse para agilizar los procesos mediante robots, junto con el uso de la visión por ordenador y la inteligencia artificial. Por ejemplo, la inteligencia artificial puede combinarse con la conciencia espacial para definir rutas más seguras para los recolectores. Una aplicación pragmática de esto permitiría que un trabajador a pie y otro en una carretilla elevadora guiados por la IA pudieran encontrar y recoger mejor los artículos dentro de un almacén sin chocar entre sí.
Otras ventajas destacadas de la automatización con IA son:
Mayor visibilidad operativa dentro de un almacén, lo que ayuda a optimizar el transporte de mercancías.
Percepción de las posibles mejoras operativas.
Mayor seguridad y menos lesiones en el trabajo en el almacén y en la fábrica.
Internet de todo
Otra tecnología clave que los fabricantes deberían utilizar para impulsar su transformación digital, como he esbozado al analizar el futuro de la fabricación, es el Internet Industrial de las Cosas (IIoT), concretamente mediante el uso de sensores para recopilar datos relevantes.
Por ejemplo, con el uso de sensores IoT, los fabricantes pueden ser avisados antes de una avería cuando una máquina necesita mantenimiento, ahorrándose los costes asociados a una avería así como el tiempo de inactividad.
Además, IoT puede utilizarse para obtener información sobre el tiempo que se tarda en fabricar un determinado producto, y estos datos pueden utilizarse para impulsar una mayor innovación.
Por lo tanto, animo a los responsables de la toma de decisiones a considerar seriamente cómo pueden implementar la automatización y la IIoT en sus operaciones.
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