Mientras que la digitalización tiene que ver con documentos y datos, la digitalización se centra en convertir en digitales los procesos empresariales existentes. Va más allá de convertir la información en datos digitales y se centra en convertir los sistemas en sistemas digitales e introduce el concepto de procesos automatizados para mejorar la precisión y la eficiencia.
La Internet de los objetos (IoT), y la Internet industrial de los objetos (IIOT) es un ejemplo paradigmático de digitalización. Se trata de la interconexión de la cadena de suministro: leer datos de una máquina digital, actuar en consecuencia y enviar los datos a otra entidad de la cadena. Imagine que su frigorífico puede controlar cuánta leche le queda y, cuando necesita más, enviar una notificación a la central lechera, que se encarga de envasarla y entregársela.
Con la digitalización, puede gestionar el rendimiento diario de forma fiable, aprender del pasado y responder a los futuros vaivenes de la dinámica del mercado. Podrá impulsar la innovación, crear valor, mejorar la seguridad y potenciar la gestión de los recursos. Los trabajos mundanos se habrán automatizado y todos los empleados participarán activamente en la toma de decisiones y la mejora de los resultados empresariales. Imagine una empresa que utiliza la analítica apoyada en la Inteligencia Artificial (IA) para implantar una cadena de suministro inteligente. Un sistema supervisa constantemente el rendimiento de sus máquinas, incluidos los indicadores de alerta temprana. Gracias a la tecnología de IA, el sistema tiene mayor capacidad para anticiparse a los retrasos en las entregas, la escasez de material e incluso las averías antes de que se produzcan.
Cuando un sensor activa una señal de alerta, el sistema analiza automáticamente el rendimiento de producción de la máquina, incluidas las tendencias recogidas durante el último tiempo, y predice la mejor forma de satisfacer la demanda actual y futura. A continuación, programa automáticamente las tareas de mantenimiento para que tengan lugar antes de que la máquina se averíe y en un momento que suponga la menor pérdida de productividad posible para la empresa. O, si la máquina se avería, reestructura el plan de producción y las prioridades para atender mejor a los clientes críticos.
Transformación digital: una estrategia
La transformación digital consiste en reimaginar la empresa en la era digital. Se trata de utilizar las tecnologías digitales para crear nuevos procesos empresariales -o modificar los existentes-, ajustar la cultura y las experiencias de los clientes para satisfacer los cambiantes requisitos empresariales y del mercado.
En las industrias de fabricación y distribución, la transformación digital suele incorporar el desarrollo de una fábrica inteligente que controle los procesos, tome decisiones, comunique avisos de error y haga recomendaciones proactivas. No se trata de entregar su negocio a un ordenador, sino de utilizar la tecnología para obtener información sobre el funcionamiento de su empresa que antes no tenía. Hay tantos datos que el ser humano medio nunca será capaz de tomar las mejores decisiones. Pero los datos respaldados por la analítica ya habrán realizado todas las iteraciones posibles y recomendarán las mejores opciones.
Como resultado, la toma de decisiones basada en datos con una visión en tiempo real de la fábrica y la cadena de suministro es un componente central de la transformación digital. Ayuda a fabricantes y distribuidores a mejorar la eficiencia, gestionar el riesgo y mejorar las oportunidades. Un ejemplo de transformación digital es la integración de los volúmenes de ventas de sus clientes con sus proveedores de materias primas, integrando la cadena de suministro para una mayor eficiencia y respuesta.
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