En la economía global actual, los fabricantes australianos deben pasar a un entorno empresarial más sostenible y ético si quieren seguir siendo rentables. La pandemia ha puesto al descubierto deficiencias críticas en la cadena de suministro, sobre todo entre los proveedores con prácticas deficientes en materia de salud y seguridad en el lugar de trabajo. Los llamamientos mundiales en favor de una mayor inclusión y transparencia han dado lugar a que las organizaciones con presuntas violaciones de los derechos humanos a lo largo de su cadena de suministro, o que carecen de diversidad en su plantilla, sean objeto de escrutinio público. La creciente presión reguladora y de los consumidores para que se tomen medidas contra el cambio climático también ha llevado a las empresas a asumir un número récord de compromisos de sostenibilidad. Estos acontecimientos han puesto de relieve la importancia de unas cadenas de suministro sostenibles, resistentes, transparentes y que cumplan la legislación.
Tanto si se trata de una gran empresa manufacturera como de una pequeña empresa especializada, no se puede escapar al hecho de que los reguladores, los inversores y los consumidores están cada vez más preocupados por que las prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) de las empresas se ajusten a los requisitos y expectativas estándar.
¿Qué es ESG?
Los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son normas para las operaciones de una empresa. Al igual que el término sostenibilidad, los criterios son directrices generales para que una organización mejore y rinda cuentas en materia de impacto medioambiental, responsabilidad social y gobernanza organizativa.
En una empresa manufacturera, la medición de las normas ASG se reduce al seguimiento de las normas internas y externas medioambientales, sociales y de gobierno corporativo:
Las prácticas medioambientales tienen en cuenta los recursos que utiliza un fabricante, los residuos que produce y las consecuencias de esas actividades para el planeta. Esto incluye la gestión del agua, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el uso de sustancias químicas peligrosas.
Social se refiere a cómo la organización gestiona su relación con las partes interesadas internas y externas. Esto incluye las relaciones laborales, la formación y educación de los empleados, las cuestiones de reputación y la forma en que una empresa fomenta las relaciones positivas dentro de la comunidad en general, incluidos proveedores y clientes.
La gobernanza examina el marco interno de procedimientos, prácticas y controles de la organización. Incluye los procesos internos utilizados para autogobernarse, cumplir la normativa, realizar auditorías externas y orientar la toma de decisiones.
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