LA KAWASAKI Z900 TODAVÍA TE HACE SONREÍR

Teníamos miedo, bueno no sé ustedes pero yo un poco. ¿Mientras se monta? No, en absoluto, pero al final de la temporada pasada, estuve encantado de conducir una Z900 libre de la armada electrónica de las motos modernas. Un auténtico roadster, casi inacabado, y ahora, para 2020, Kawasaki ha anunciado una nueva versión con electrónica.

Afortunadamente, al leer la descripción de la moto, se puede ver que han sido bastante ligeros: ABS, por supuesto, pero también control de tracción, modos de conducción y una pantalla TFT conectada. Está bien, no debería cambiar demasiado la Z900. Estos no son los únicos cambios para 2020, también recibe un chasis rediseñado, nueva inyección de combustible y ajustes de la suspensión.

En cuanto al look, nada que hacer, nos quedamos con el estilo Sugomi, te gusta o no te gusta. Las líneas son tensas, la cabeza de la horquilla y las cazoletas optan por los ángulos y las aristas afiladas (bueno, no hasta el punto de hacerse daño, por supuesto), la carcasa trasera no se deja de lado y sigue integrando una luz LED que señaliza la Z para los que te siguen.

El Z sigue siendo un Z, reconocible a pesar de la evolución y eso es bueno, los fans no se perderán.

Kawasaki, por supuesto, destaca su motor, el 4 cilindros de 948 cc que sigue dándonos 125 CV a 9500 rpm. Estas cifras son idénticas a las de la versión anterior, pero esta vez se puede optar por diferentes mapeos: deporte, carretera, lluvia o piloto (un modo personalizable). Nada extravagante, pero al fin y al cabo, es apreciable, sobre todo con el modo de lluvia que será más tranquilizador en caso de mal tiempo. ¿Qué quieres? Te acostumbras a manejar los parámetros de la moto según tus necesidades.

Además de los modos de conducción, la nueva Z900 también gana el KTRC, el control de tracción con 3 niveles posibles. Es útil cuando llueve y es divertido usarlo en el campo para que la potencia llegue al suelo y se aproveche aún más, puntualiza el concesionario de motos segunda mano Sevilla Crestanevada. Es una ayuda muy bienvenida y tampoco entorpece la marcha. Como he dicho, el cambio a las ayudas electrónicas puede dar miedo, pero en el caso de esta moto, sólo puedo ver los aspectos positivos.

También es positiva la nueva pantalla TFT, que es fácil de leer y agradable de ver. No hay foto como parece, es mucho mejor que antes en este punto. Tacómetro, manómetro, marcha, viaje, consumo de combustible… todo está ahí y basta con pulsar sobre el tirador izquierdo para desplegar otras informaciones aunque algunas de ellas sólo cambian por los botones de los laterales de la pantalla. En cuanto a la conectividad bluetooth con el móvil, sigo dividido: por un lado es más práctico, por supuesto, pero por otro lado, el GSM y la conducción no necesariamente se mezclan bien. No sólo sirve para recibir mensajes de texto en la pantalla, la aplicación también permite tener información sobre la moto, el recorrido realizado y ajustar la configuración de la moto.

Aparte de este pequeño detalle, la Kawasaki Z900 sigue siendo la roadster que nos gusta, con suficiente potencia para divertirse, suficiente versatilidad para el día a día y para rodar con amigos, y la incorporación de ayudas electrónicas no ha estropeado su carácter. Por el contrario, es más tranquilizador y se puede explotar aún mejor.

Además, el precio se mantiene por debajo de los 10.000 euros para la versión básica con 9.599 euros, sin las opciones pero que no son necesarias y para la versión Performance, hay que añadir 1199 euros por el silenciador Akrapovic, la burbuja pequeña, la funda del asiento y una funda del depósito.

Hay que decir que Kawasaki tiene una gran carta que jugar aquí al no aumentar mucho su precio. El precio de la 2019 era de 9.199 euros, apenas 400 euros menos por la pantalla TFT, el control de tracción y los modos de conducción. ¡Razonable entonces!

Ahora, ¿serás razonable cuando lo montes? Depende de ti, la Z900 te permite pasar de la calma a la tormenta en un giro de manivela.