La ERP, respaldada por una MRP robusta, con portales de cadena de suministro y soluciones de análisis de datos, es clave para identificar y aprovechar al máximo las oportunidades que inevitablemente surgirán de las actuales dificultades provocadas por el conflicto militar.
No hay duda de que la interrupción ofrecerá a las empresas oportunidades para mejorar sus sistemas de cadena de suministro, de modo que puedan predecir mejor los problemas futuros. Una vez más, los principales factores son la visibilidad, la resistencia y la flexibilidad de la cadena de suministro. Aquellas que sean lo suficientemente flexibles como para reorientar sus ofertas con poca antelación siempre saldrán mejor paradas, como vimos durante los cierres por pandemia, cuando algunos fabricantes y distribuidores incluso hicieron crecer sus negocios adaptándose con éxito.
Todos sabemos que las cosas van a cambiar. Disponer de los conocimientos técnicos y la capacidad para fabricar artículos que resuelvan las carencias será una gran ventaja. Y cuando termine el conflicto, esos avances seguirán ahí para crear una ventaja competitiva aún mayor.
Hay que tener en cuenta que los productos sustitutivos suelen desarrollarse en épocas de penuria y que, en muchos casos, el mundo no vuelve a los productos que se utilizaban en el pasado. Por ejemplo, el aluminio escaseaba durante la Segunda Guerra Mundial. Los británicos se adaptaron construyendo el Mosquito de Havilland, un avión de combate construido principalmente con madera. Del mismo modo, el uso fortuito del aluminio por parte de Land Rover en respuesta a la escasez de acero tras la guerra ha perdurado: cinco de sus siete series de vehículos tienen carrocería de aluminio incluso hoy en día.
Toyota también respondió a la enorme escasez que sufrió Japón tras la II Guerra Mundial desarrollando un sistema de producción totalmente nuevo (el Sistema de Producción Toyota o «fabricación ajustada») cuyo objetivo era utilizar la menor cantidad de material y reducir el despilfarro. Este sistema ha influido en los sistemas de producción de todo el mundo.
El control que necesita, con la experiencia que desea
Aunque en este momento es imposible hacer predicciones exactas, en última instancia el conflicto militar entre Rusia y Ucrania dará lugar a nuevos cambios una vez finalizado.
Como ocurrió durante la pandemia, las repercusiones del conflicto obligarán a fabricantes y distribuidores a perfeccionar y mejorar sus modelos de negocio, situando a los clientes en el centro y rediseñando sus cadenas de suministro desde el cliente hasta las materias primas. Esto exigirá una inspección más minuciosa de la cadena de suministro, así como una colaboración más estrecha con los proveedores.
La tecnología se utilizará estratégicamente para garantizar una visibilidad total que permita una toma de decisiones y una planificación precisas.
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