¿Vale la pena convertir un coche de segunda mano a GLP o GNC?

Si estás pensando en reducir tus gastos en combustible y ser más ecológico con tu coche, la conversión a GLP (Gas Licuado de Petróleo) o GNC (Gas Natural Comprimido) podría parecer una opción atractiva. La creciente preocupación por el medio ambiente, las restricciones de tráfico en muchas ciudades y los altos precios de los combustibles tradicionales están impulsando a muchos conductores a explorar alternativas como el gas para sus vehículos. Sin embargo, convertir un coche de segunda mano a GLP o GNC no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Hay varios factores que debes considerar antes de dar el paso.

En este artículo, analizamos si realmente vale la pena convertir tu coche de segunda mano a GLP o GNC, evaluando tanto las ventajas como los desventajas para que puedas tomar una decisión informada.

¿Qué es la conversión a GLP o GNC?

La conversión a GLP o GNC consiste en adaptar el sistema de combustible de tu coche, que originalmente funciona con gasolina o diésel, para que también pueda utilizar gas como fuente de energía. Existen dos opciones principales:

  • GLP (Gas Licuado de Petróleo): El GLP es una mezcla de propano y butano que se obtiene a partir del petróleo o el gas natural. Los coches convertidos a GLP utilizan un sistema de alimentación dual, lo que significa que pueden funcionar con gasolina y GLP. El sistema de GLP se instala en el maletero o en el espacio de la rueda de repuesto, y permite que el coche utilice gas en lugar de gasolina, con lo que se reduce el coste del combustible y las emisiones contaminantes.
  • GNC (Gas Natural Comprimido): El GNC, por su parte, es un gas compuesto principalmente de metano. Al igual que el GLP, los coches con GNC tienen un sistema dual que permite alternar entre gasolina y gas. Sin embargo, el GNC tiene una densidad energética más baja que la gasolina, lo que implica una mayor capacidad de almacenamiento en forma comprimida y, por ende, una autonomía generalmente mayor que el GLP.

Ambas alternativas son más ecológicas que los combustibles tradicionales y, en general, más baratas.

Ventajas de convertir tu coche de segunda mano a GLP o GNC

  1. Ahorro en combustible

Uno de los principales atractivos de convertir tu coche a GLP o GNC es el ahorro en combustible. Tanto el GLP como el GNC son significativamente más baratos que la gasolina o el diésel. Esto se debe a que el gas se produce en grandes cantidades y tiene un precio mucho más bajo que los combustibles derivados del petróleo. En muchos casos, puedes llegar a ahorrar hasta un 50% en comparación con el precio de la gasolina.

Además, el coste por kilómetro es menor, lo que hace que sea especialmente interesante para aquellos que realizan muchos trayectos largos o frecuentes.

  1. Beneficios fiscales y medioambientales

Los coches que funcionan con GLP o GNC tienen ventajas fiscales significativas en muchas ciudades y países. Por ejemplo, muchos gobiernos ofrecen descuentos en el impuesto de circulación, y en algunas zonas urbanas con restricciones medioambientales, estos vehículos pueden acceder a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) sin restricciones.

En términos medioambientales, el GLP y el GNC emiten menos CO2 y menos partículas contaminantes que los coches de gasolina y diésel. Esto se traduce en un menor impacto ambiental, lo que puede ser un factor clave si te preocupa tu huella de carbono y quieres contribuir a un aire más limpio en tu ciudad.

  1. Mayor autonomía y flexibilidad

El sistema dual de combustible en los coches convertidos a GLP o GNC proporciona una mayor autonomía. Aunque el gas tiene menos energía que la gasolina, la capacidad de alternar entre ambos combustibles garantiza que nunca te quedes sin opciones, lo que es muy útil especialmente en trayectos largos. Puedes aprovechar el bajo coste del gas cuando está disponible, y usar la gasolina si el gas no está disponible o la autonomía del gas es insuficiente.

  1. Mayor durabilidad del motor

El gas es un combustible más limpio y menos agresivo para el motor que la gasolina o el diésel. Los coches que funcionan con GLP o GNC tienden a sufrir menos desgaste en el motor, lo que puede resultar en una mayor durabilidad y menos necesidad de mantenimiento. Esto se traduce en menores costes de mantenimiento a largo plazo.

Desventajas de convertir un coche de segunda mano a GLP o GNC

Aunque la conversión a GLP o GNC tiene varias ventajas, también existen algunas desventajas que debes considerar antes de dar el paso.

  1. Coste de la conversión

El proceso de conversión de un coche de segunda mano a GLP o GNC tiene un coste inicial significativo, que puede oscilar entre los 1.500 y 3.000 euros, dependiendo del modelo de coche y el tipo de sistema que se instale. Este coste no siempre se recupera rápidamente si no utilizas el coche con frecuencia o si solo realizas trayectos cortos.

Por lo tanto, si tu coche de segunda mano no es especialmente económico o si no lo utilizas a menudo, puede que el ahorro en combustible no compense el precio de la conversión.

  1. Espacio reducido en el maletero

Al convertir tu coche a GLP o GNC, generalmente se instala un depósito de gas en el maletero o en el lugar donde se encuentra la rueda de repuesto. Esto significa que perderás algo de espacio de carga, lo que puede ser incómodo si necesitas mucho espacio para maletero o si sueles viajar con varias personas y equipaje.

Aunque algunos coches pueden acomodar el depósito de gas de manera discreta, debes tener en cuenta que esta pérdida de espacio puede ser un inconveniente en ciertos casos.

  1. Autonomía limitada del gas

Aunque el sistema dual te da flexibilidad, los coches con GLP o GNC tienen una autonomía limitada en gas. Esto significa que si planeas hacer viajes largos en los que no hay estaciones de repostaje de gas cerca, necesitarás usar la gasolina, lo que puede aumentar tus costes. Si tu ruta incluye áreas donde no se encuentra fácilmente gas, el ahorro en combustible puede ser menos significativo de lo que esperas.

  1. Aumento del tiempo de repostaje

El repostaje de gas puede ser más lento que el de gasolina, y en algunos lugares, las estaciones de servicio de GLP o GNC no son tan abundantes como las de gasolina o diésel. Esto puede ser una desventaja si vives en una zona donde las estaciones de gas son escasas, ya que tendrás que planificar con más anticipación.

¿Vale la pena convertir tu coche de segunda mano a GLP o GNC?

La respuesta a esta pregunta depende de varios factores, pero si utilizas tu coche con frecuencia y realizas trayectos largos, la conversión a GLP o GNC puede ser una opción muy rentable. Te ayudará a reducir significativamente tus gastos de combustible, a contribuir a la sostenibilidad medioambiental y a disfrutar de beneficios fiscales. Además, es probable que aumente la durabilidad de tu motor.

Sin embargo, si tu coche de segunda mano no es muy eficiente en términos de consumo de combustible, si realizas trayectos cortos de forma habitual o si no tienes acceso fácil a estaciones de repostaje de GLP o GNC, la conversión podría no ser la opción más económica a largo plazo.

En resumen, si planeas utilizar tu coche de manera regular y estás dispuesto a asumir la inversión inicial y los posibles inconvenientes, la conversión a GLP o GNC puede ser una excelente opción para ahorrar dinero, ser más ecológico y disfrutar de la flexibilidad de un sistema de combustible dual. ¿Buscas coche Huesca segunda mano?