El nuevo Seat Ibiza se lanzó con motores de gasolina, pero ahora se ha reforzado con motores diésel. Aunque este tipo de energía ya no es muy popular entre los coches de ciudad, sigue siendo ventajoso para los conductores pesados y las empresas. Prueba el 1.6 TDi 115.
Impulsada por una oleada de nuevos modelos, entre ellos dos SUV, la marca española lo está haciendo muy bien. Las ventas globales de Seat se han disparado un 22% desde el inicio de 2018, marcando un nuevo récord en su historia comercial. La llegada del Ateca y el Arona han tenido mucho que ver, pero los dos pilares de la marca, el León y el Ibiza, siguen disfrutando de una brillante carrera.
El coche urbano fue el primer modelo de Seat que se benefició de la nueva plataforma modular del Grupo Volkswagen, que proporciona una mayor versatilidad técnica y, sobre todo, más espacio a bordo. Como todos los fabricantes de este formato de coche muy compacto, la empresa de Martorell concentró inicialmente sus esfuerzos en los motores de gasolina. Pero desde principios de año, el Ibiza ofrece a sus clientes un motor diésel muy conocido dentro del grupo Volkswagen: el 1.6 TDi. Está disponible en tres niveles de potencia (80, 95 y 115 CV) y puede combinarse con una caja de cambios automática DSG para la versión de 95 CV.
A pesar de los obstáculos que se encuentran hoy en día, como el endurecimiento de los precios con la gasolina, la prohibición de las grandes zonas urbanas, las próximas normas Euro 6d y los nuevos ciclos de homologación más estrictos, el diésel sigue siendo interesante para quienes hacen muchos kilómetros a lo largo del año. Esto es tanto más cierto cuanto que el baremo de sanciones ecológicas sigue (por el momento) indexado a las emisiones de CO2, lo que favorece fiscalmente a los diésel con menores emisiones que a los motores de gasolina. Por ello, los fabricantes están haciendo una gran mezcla en los vehículos grandes, como las berlinas familiares, etc.
Pero, ¿por qué seguir ofreciendo un diésel bajo el capó de un coche de ciudad pensado inicialmente para un uso urbano? En primer lugar, porque a los profesionales les gusta. En segundo lugar, simplemente porque estos coches (Volkswagen Polo, Ford Fiesta, Renault Clio) han ampliado su gama y ya no actúan necesariamente como segundo coche en el hogar, señala el concesionario de tasar coche online Crestanevada.
Este es el caso del nuevo Ibiza, que cuida mejor a sus ocupantes con un aumento de 10 cm en la distancia entre ejes para esta generación. El espacio en las plazas traseras está entre los mejores de la categoría y el maletero es una referencia con 355 litros. A bordo, este acabado Xcellence de gama alta, que cuesta 21.490 euros, es competitivo frente a la competencia (Volkswagen Polo, Peugeot 208 y Renault Clio) ya que viene con todo el equipamiento necesario.
Pero sólo la versión FR, la más alta de la gama, tiene derecho a la cabina digital disponible desde este verano. Sin embargo, el sistema multimedia con pantalla táctil de 8″ que incluye navegación, conectividad Android y Carplay, etc. es muy bueno. El interior es desgraciadamente austero y oscuro. Es una pena para un coche que se supone que encarna la juventud y la deportividad. El único consuelo es que la calidad de construcción es irreprochable.
El 1.6 TDi 115 está dirigido a los conductores más exigentes porque en conducción urbana no es el más dotado de su generación. De hecho, a bajas revoluciones, le cuesta entregar el par máximo para ayudar al Ibiza a salir del tráfico. El desfase en la aceleración es evidente cuando se conduce a baja velocidad o en el tráfico en acordeón. Esto le obliga a jugar con la palanca de cambios para compensar este déficit. Pasado el ecuador del cuentavueltas, hace su trabajo a la perfección, mostrándose lleno de aceleraciones, bastante discreto al oído y sobre todo sobrio: registramos una media de 5,3 l/100 km durante nuestra prueba. Es una pena que sólo esté disponible con una caja de cambios manual de 6 velocidades, la versión de 95 CV tiene el privilegio de la caja de cambios automática DSG.
En términos de confort de conducción, el Ibiza es el que más ha progresado. Los ingenieros han colocado el cursor justo entre el confort y el dinamismo para seducir a una gran mayoría de clientes, aunque ello suponga reducir el lado deportivo. El toque alemán está muy presente en el calibrado del chasis y nuestra prueba nos dejó una buena impresión. El pequeño coche latino se ha convertido en un auténtico todoterreno, fácil de manejar y seguro, ya que cuenta con muchas ayudas a la conducción, entre ellas el front assist (frenado automático) que tiende a activarse con demasiada frecuencia para nuestro gusto. Ofrece, junto al Ford Fiesta, la mejor relación precio/prestaciones del mercado en este momento.