La incertidumbre en la gestión de la cadena de suministro en el mundo post-COVID no muestra signos de remitir. En las condiciones actuales, parece que nunca se volverá a la era de estabilidad de la cadena de suministro anterior a la pandemia. A menos que los fabricantes cambien, descubrirán que su capacidad para prever la demanda y determinar qué hacer para satisfacerla será todo un reto. Lo que hace falta es modernizar los sistemas y prácticas de la cadena de suministro para que ésta sea más resistente y eficiente.
Los sistemas de gestión de la cadena de suministro (SCM) ayudan a las empresas a gestionar el flujo de bienes y servicios, desde el aprovisionamiento de materias primas hasta la entrega de productos acabados al cliente. Las soluciones SCM supervisan los materiales y productos, y sus datos asociados, a medida que avanzan por la cadena de suministro desde el proveedor hasta el consumidor. Al acceder a los datos de estos procesos, las empresas pueden coordinar mejor los flujos de trabajo, mejorar la eficiencia y garantizar que los clientes reciban el producto que han pedido.
Cómo está cambiando la gestión de la cadena de suministro
Varios estudios han puesto de manifiesto que, en los últimos años, la SCM ha pasado de ser un centro de costes a ser responsable de ofrecer una experiencia superior al cliente y de proporcionar una ventaja competitiva. Los requisitos clave de la nueva función de SCM son la agilidad y la resiliencia, utilizando el poder de las tecnologías digitales para poder hacerlo.
Según un informe, entre 2020 y 2021 se produjo un crecimiento espectacular de las empresas centradas en hacer más resistentes sus cadenas de suministro. No es de extrañar, ya que este periodo fue el punto álgido de la pandemia. Principalmente, esto significó aumentar los inventarios frente a otras estrategias como la deslocalización. Parece que a los fabricantes les resultaba mucho más rápido y barato aumentar los inventarios que construir fábricas regionales.
El análisis de riesgos se está convirtiendo en una parte importante de la GCS. La mayoría de las empresas evalúan el riesgo de sus proveedores de primer nivel, pero, como ya se ha señalado, muy pocas se fijan en los proveedores de tercer nivel, que es donde empieza la escasez de suministros.
En una encuesta sobre el uso de software en la planificación de la cadena de suministro, se descubrió que la mayoría de las organizaciones utilizaban métodos manuales o anticuados. De hecho, ¡el 73% de las funciones de la cadena de suministro seguían utilizando hojas de cálculo! La modernización del software va a ser necesaria si queremos que la gestión de la cadena de suministro sea una función empresarial valiosa. Según la misma encuesta, el 90% de los encuestados tiene previsto implantar una nueva solución en los próximos cinco años.
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