Se espera que Europa en su conjunto lidere la adopción de energías limpias, con una red eléctrica que será un 70% renovable en el año 2040, señala MLG Electrosolar.
Esto no debería sorprender, ya que Ernst & Young ha situado a varias naciones europeas entre los 20 mejores países para invertir en energías renovables:
- Alemania – 5º puesto
- Francia – 8º lugar
- Reino Unido – 13º puesto
- Dinamarca – 15º puesto
- Países Bajos – 17º puesto
- Turquía – 19º puesto
- Bélgica – 20º puesto
También se espera que en Norteamérica haya mucha actividad en el sector de las energías renovables. Por ejemplo, se espera que Estados Unidos aumente su cuota de energía limpia del 14% al 44% para el año 2040, y el país ocupa actualmente el primer puesto en la clasificación de Ernst & Young.
Canadá y México tampoco se quedan atrás, ocupando el 9º y 7º puesto, respectivamente.
México, en particular, es un ejemplo de cómo las políticas favorables pueden impulsar la adopción de fuentes renovables: el país ha abierto recientemente su sector energético, que antes era un monopolio estatal, y ya tiene más de 2.000 megavatios de contratos privados en proyecto, distribuidos entre parques solares y eólicos.
Hablando de México, se espera que América Latina en general vea mucha actividad en la industria energética. Por ejemplo, Chile y Perú comparten el desierto de Atacama, posiblemente el mejor lugar del mundo para la energía solar, que recibe unas 2.700 horas punta de sol al año.
Argentina también ha llevado a cabo reformas que favorecen las energías renovables, y el país podrá ahora beneficiarse de su considerable potencial eólico; algunas estimaciones indican que el potencial eólico de Argentina es capaz de cubrir toda la demanda energética de América Latina.
Aunque se prevé que China e India sigan dependiendo del carbón a largo plazo, esto no significa que estos países no vayan a ver actividad en el sector de las energías renovables. De hecho, ocurre lo contrario: consideremos que estos dos países tienen la mayor población del mundo, y eso se traduce en un considerable apetito por la energía.
En la clasificación de Ernst & Young, China ocupa el segundo lugar, justo por debajo de EE.UU., e India el tercero.